Cada 18 de septiembre celebramos el Día Internacional del Bambú, un momento perfecto para conectarnos con esta planta extraordinaria que nos recuerda que, como ella, somos naturaleza, multidimensionales y multiculturales.
El Día Internacional del Bambú fue instaurado en 2009 durante el VIII Congreso Mundial del Bambú, celebrado en Bangkok, con el objetivo de concienciar sobre la importancia de esta planta y sus múltiples beneficios para el medio ambiente y la sociedad.
La Asamblea General de las Naciones Unidas designó el 18 de septiembre como el día en honor a esta gramínea, reconociendo en ella un recurso agroforestal que aporta beneficios medioambientales y sociales, y que contribuye al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Es un día propicio para expandir la voz y contar sobre las bondades y múltiples beneficios que tiene el bambú para el ecosistema y para las personas, realizando actividades educativas, de investigación y de sensibilización en general.
¿Sabías que el bambú vivió junto a los dinosaurios y fue uno de los pocos seres vivos que sobrevivió a las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki? Su historia es la nuestra: una de resiliencia, adaptación y regeneración. Además, el bambú es la planta de más rápido crecimiento en el mundo —¡algunas especies crecen hasta 91 cm en un solo día!— y absorbe más dióxido de carbono que los árboles, lo que lo convierte en un aliado crucial en la lucha contra el cambio climático.
Nuestro aporte a la tierra y la humanidad está en recordar y reconocer la importancia del bambú como un aliado para la regeneración ambiental, social, económica y cultural. Esta planta es fundamental para la preservación de la biodiversidad en cada país, para la protección del recurso hídrico y como una alternativa de trabajo en el medio rural.
Este año, nos unimos a esta celebración impartiendo un Taller de Introducción a la Práctica con Bambú en la Cárcel Las Rosas de Maldonado, Uruguay, reafirmando nuestro compromiso de llevar el bambú a todos los rincones y demostrar su poder transformador.
Si bien no somos muy fans de los “días de”, creemos que es una excelente oportunidad para hacernos el espacio y conectarnos con esta planta tan sabia. El bambú, ese legado de nuestros ancestros, nos muestra que siempre podemos crecer, resistir y regenerarnos.